A Iratxe Casado (Bilbao, 1972), Directora de Innovación y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Askora, le resulta difícil, por momentos, distinguir entre su ámbito personal y profesional. Sus valores personales están totalmente entrelazados con los principios de la empresa, creando una sinergia que se refleja en su trabajo diario. Con una visión humanista en todos los aspectos de su vida, Iratxe ha dedicado casi tres décadas a Askora, siendo testigo y protagonista de su evolución. En esta entrevista, comparte sus experiencias, reflexiones sobre su trayectoria, las relaciones laborales y el impacto de los innovadores proyectos que lidera, como Elikation, demostrando cómo la dedicación y la colaboración son la clave para mejorar nuestro entorno.
Llevas casi media vida formando parte de Askora. Has visto crecer la empresa, desarrollarse, tú también has cambiado, también tus funciones… ¿En qué momento profesional te encuentras ahora?
En este momento, me encuentro en una etapa nueva tanto personal como profesionalmente. Cada aspecto alimenta al otro en un ciclo constante de aprendizaje y crecimiento. Lo que aprendo en mi vida profesional lo aplico en mi vida personal y viceversa, lo que me enriquece enormemente. Siento que estoy aprendiendo todo el tiempo. Llevo 27 años en Askora y he tenido la fortuna de pasar por todos los departamentos: desde administración y compras hasta personal. Ahora estoy en una fase de mayor despliegue. He asumido una nueva posición y, con la experiencia que he acumulado a lo largo de los años, disfruto de una etapa muy bonita en la empresa. Estoy agradecida de trabajar en un entorno que fomenta la innovación y la creatividad, lo cual me encanta.
Tu posición dentro de la empresa hace que descubras nuevas gentes, te inspires… ¿Cómo son las relaciones en el trabajo?
En mi rol, las relaciones en el trabajo se desarrollan de manera muy enriquecedora y basada en la confianza y el entendimiento mutuo, aprendiendo cada día de todas las personas que trabajamos en Askora. A lo largo del camino, se generan amistades y conexiones que comparten la misma visión y objetivos comunes. Esto es una gran fortaleza. En las relaciones con otras iniciativas y organismos, aprendo de las personas con las que interactúo, disfruto colaborando y creando cosas nuevas en colaboración. Este modelo de relaciones es muy enriquecedor y tiene un efecto contagioso. Es fundamental entender a las y los demás y ver cómo podemos ayudarnos mutuamente. Recientemente, he estado utilizando mucho la palabra «contribuir». Estamos aquí para contribuir: con los clientes, con la comunidad, y con mis compañeros y compañeras en Askora, tanto en la oficina como en los centros. Esta mirada nos guía en todos nuestros proyectos y valores, especialmente en los proyectos de innovación, lo cual es muy gratificante.
Proyectos como Elikation.
En Askora participamos en diversos foros, plataformas y encuentros, incluyendo las misiones de la Diputación Foral de Gipuzkoa. Allí escuchamos muchas ideas y también constatamos información con nuestros clientes y usuarios, como las y los niños en nuestros servicios. Hemos observado que la relación del alumnado con la alimentación ha cambiado, lo que ha generado la necesidad de un proyecto como Elikation. La necesidad de descubrir. Este proyecto nace desde una coherencia, desde una escucha. Desde un escuchar y desde un entender. Conocer las necesidades de las y los demás. Y en ese entender es dónde buscamos nuestros espacios. Porque antes, la alimentación se enfocaba principalmente en la nutrición, pero ahora abarca muchos más aspectos, y Elikation surge para dar respuesta a esta nueva realidad, centrándose en la educación alimentaria de las y los jóvenes, un aspecto clave para el futuro. Un proyecto que no lo lleva solo Askora, necesitamos conectar con centros escolares, familias y trabajar en un enfoque de ecosistema.
Tú, desde lo personal, ¿cómo has afrontado este reto, se han cumplido tus expectativas?
Personalmente, este proyecto me ha permitido entender mejor la situación de las familias y acercarme más a ellas. He aprendido que todas y todos intentan hacerlo lo mejor posible, y desde ahí podemos construir en equipo. Ahora, el reto es pensar en cómo podemos ayudar a las familias a adquirir hábitos alimentarios saludables que les faciliten la vida, considerando la carga que supone la alimentación según los resultados del estudio. También estamos acompañando a los colegios para ver cómo podemos mejorar juntas y juntos. Este es un camino que apenas hemos comenzado con el estudio, pero que seguramente ganará mucha fuerza en los próximos meses y años. Nuestro objetivo es generar oportunidades de cambio, un camino que empezamos hace muchos años, lo que nos ha permitido nutrir nuestros servicios y crecer profesionalmente.
¿Cuál es el papel de Askora ahora mismo?
Nuestro papel es conectar y dinamizar, asumir roles de manera efectiva, porque tenemos la capacidad de conectar colegios, familias y entidades públicas. No hay ninguna otra empresa en el sector que esté operando de la misma manera que lo hace Askora, lo que nos posiciona como referentes en nuestro campo, con un modelo de trabajo único, colaborativo y abierto. Este proyecto también reafirma que nuestros valores de marca están firmemente arraigados en nuestra organización.