Estamos más que acostumbrados a encontrar todo tipo de productos frescos cuando hacemos la compra: frutas, verduras… Lo que queremos, cuando queremos.

En cambio, nuestra tierra no nos ofrece estos productos durante todo el año, los productos de temporada crecen en función a las estaciones, maduran según el clima. Los productos que llenan los supermercados durante todo el año suelen ser procedentes de otros lugares, cultivados con la ayuda de pesticidas…

Por lo tanto, los productos saludables no siempre son sostenibles… Pero ¿cómo podemos identificar los productos más sostenibles? Una de las opciones puede ser contrastarlos con la Agenda2030, que define los compromisos que debemos adoptar para un futuro viable, los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¡Hagamos un intento!

El aguacate. Es fuente de energía y nutrientes, antioxidante, beneficioso para los huesos y el cerebro. Sudamérica es el mayor productor de aguacates para Europa, estas frutas que disfrutamos en nuestros desayunos, sobre una rica tostada… crecen a miles de kilómetros de nuestra casa. Se cosechan directamente del árbol, los recolectores trabajan a mano ayudados por una escalera y sus sueldos alcanzan solamente la mitad del sueldo mínimo establecido. Después, se trasladan en transportes refrigerados hasta el continente europeo y son distribuidos en los supermercados.

En todo este proceso pueden mejorarse los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1, 8, 10, 12 y 13. Es decir: fin de la pobreza, trabajo decente y crecimiento económico, reducción de las desigualdades, producción y consumo responsables, y acción por el clima. En los productos que se traen desde otros lugares existen más intermediarios, y las posibilidades de que la sostenibilidad de estos se vea afectada son mayores.

En los productos locales es más fácil identificar a los productores, intermediarios, transportistas y distribuidores. El productor puede ser del caserío de al lado, la transportista nuestra vecina y el distribuidor la persona del ultramarinos de abajo. Conocer tanto el origen como el proceso es mucho más sencillo. Y por supuesto, también cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Pero en nuestras huertas los productos frescos no crecen durante todo el año… Como hemos mencionado antes, las frutas y verduras maduran en función a la temporada.

En cambio, repitiendo la dicotomía saludable y sostenible, el producto local tampoco es siempre sinónimo de producto sostenible. Las opciones de que lo sean son mayores, sí, pero tenemos que estar atentos y atentas, intentar identificar el origen de estos productos, comprometernos en comprar los que menor huella de carbono hayan podido generar y desarrollar nuestra propia acción a favor de las ODS.

¡Inténtalo con los productos de otoño! Disfruta de berenjenas, calabazas, espinacas, zanahoria, manzanas, uvas, higos… ¡Saborea el otoño!